Tras el abandono en tercera ronda el año anterior, Nadal llegaba a la capital francesa buscando levantar de nuevo la Copa de los Mosqueteros por décima vez en su carrera. En primera ronda vencería al francés Benoit Paire por 6-1, 6-4 y 6-1, en segunda ronda al neerlandés Robin Haase por 6-1, 6-4 y 6-3 y en tercera ronda al georgiano Nikoloz Basilashvili por un lapidario 6-0, 6-1 y 6-0 en su partido número cien sobre tierra batida al mejor de 5 sets (98 victorias y solo 2 derrotas).