Ahora, con 30 años que el futbolista está en plena libertad de decidir cuál será su futuro deportivo, y ante ese contexto asoman dos serios interesados encontrar con su calidad en el eje del campo; precisamente los dos equipos más importantes de la capital andaluza. La RFEF también se encargó de recordar en su comunicado algo que las futbolistas ya sabían, como es que, «de acuerdo con la legislación española vigente, no acudir a una llamada de la selección es calificado como una infracción muy grave y puede acarrear sanciones de entre dos y cinco años de inhabilitación».