Todos los internacionales visten la gloriosa casaca roja. Villa posa ahora con el trofeo y con una cinta roja en la frente. Les espera un trayecto de una media hora camino de la plaza de Colón, donde desde hace tiempo les esperan millares de enfervorizados hinchas. Y es que consiste en una figura formada por palos con los colores de la bandera italiana, coronados con un balón a modo de cabeza.