En la nueva temporada el club ganó la primera liga de su historia y de nuevo Puskás fue el máximo anotador, ambos hechos que revalidaron la temporada siguiente. Con la recientemente inaugurada Copa de Clubes Campeones Europeos o Copa de Europa, y a la que rehusó participar en su primera edición, contendió en la edición 1956-57 como campeón húngaro. Como resultado de una práctica que se extendió por numerosos clubes del país, a los jugadores de fútbol se les asignó rangos militares, siendo con el tiempo Puskás nombrado comandante, lo que supuso recibir otro de sus apodos: «El Comandante Galopante».