En su opinión, además, «no se trata solo de crear ropa de moda, sino de lanzar mensajes con productos de calidad. Es una alegría cuando ves que la gente se pone tu ropa porque le gusta, pero, sobre todo, porque estás lanzando un mensaje que les representa». Pero todo se disparó el día en que decidió hacer unas fotos y montar un catálogo que envió por mail a sus conocidos, que a su vez lo reenviaron a otros.